Hoy te quiero contar mi historia y el por qué estoy aquí. Quiero contarte todo lo que viví en tan solo un año, como me afectó, las decisiones que tuve que tomar tras ser madre y cómo conseguí tomar el control de mi vida.
Un año de grandes e importantes cambios
Mi marido y yo somos de un pueblo de Cádiz, Sanlúcar de Barrameda pero por motivos de trabajo vivimos desde hace años en Sevilla.
En Septiembre de 2016, tras años de alquiler y con fecha de boda en Julio de 2017, por fin nos compramos nuestro piso. Un mes después de la compra nos metimos en reformas sin saber que la vida nos tenía preparado un gran cambio para ambos.
En Febrero de 2017, con el piso en obras y sin esperarlo propusieron a mi marido traslado a Tarragona por motivos laborales. Y aunque al principio nos impactó la noticia, decidimos dejarlo todo en Sevilla y aceptar.
En Julio de 2017 tras la boda y viaje de novios, nos mudamos a Tarragona definitivamente y dos días después de llegar me enteré que estaba embarazada. Ni siquiera había llegado el camión de la mudanza con nuestras cosas. Y ahí estábamos, intentando asimilar todo lo que nos estaba pasando.
Mi embarazo fue normal hasta la semana 20 y por descartar posibilidades tuve que someterme a una amniocentesis. La espera hasta recibir resultados fue horrible, un drama, una lección de vida.Un recuerdo que aunque mi mente ha decidido borrarlo, aparece cada vez que tengo que recordar lo importante de la vida. Aún así, para mi mi embarazo fue precioso, fui muy feliz, la experiencia más maravillosa que he vivido en la vida y que volvería a repetir con los ojos cerrados.
La fecha probable de parto estaba fijada para el 1 de Abril, día que me encantaba, no se porque pero me gustaba mucho. Por lo que si no se retrasaba mucho tendría a Gonzalo en vacaciones de semana santa y eso quería decir que nacería en Sanlucar de Barrameda y no en Tarragona.
Pero claro, como nunca se sabe pues teníamos que estar preparados para que naciera donde naciera tuviéramos todo perfectamente organizado, fuese en Sanlucar o en Tarragona. Dos bañeras, dos cunas, ropa aquí y ropa allí, carro para arriba y carro para abajo. Imagínate, si ya es difícil preparar solo para una casa, para dos ni te cuento.
Gracias a familiares que nos dejaron cosas que no utilizaban, pudimos preparar su habitación también en Sanlúcar como se merece.
Al final y tal como queríamos, nació en Sanlúcar, cerca de nuestra familia y tras un mes allí tuvimos que volver a Tarragona. Al volver alli tuve que tomar una decisión que jamás pensé tener que tomar, dejar de trabajar para cuidar a mi hijo ( con matricula pagada en la guardería).
El cansancio,las dudas, la preocupación de toda madre primeriza, lactancia muy complicada, solos con el bebé y lejos de familia que pudieran ayudarnos en un momento dado.Todos estos motivos y otros más fueron los que me hicieron decidir dejar el trabajo y centrarme en la maternidad al 100%. Y así lo hice, me dediqué solo a él.
Cuando apenas Gonzalo, mi hijo, cumplía los cuatro meses y cuando mejor estábamos a nivel personal y de adaptación a la ciudad, vuelven a trasladar a mi marido a Sevilla. Otra cambio, otra mudanza, otro impacto a nivel emocional, porque aunque estábamos lejos de la familia, ya habíamos conseguido adaptarnos e imaginarnos la vida allí. Tarragona nos encantaba y sentíamos que apenas habíamos podido aprovecharla. Pero si, otro cambio que teníamos que hacer y esta vez teníamos a nuestro bebé.
Otra vez a organizar cajas de ropa, utensilios de cocina, a desmontar cuna, cama que habíamos comprado en ikea precisamente para el cuarto del bebé, armario también del bebé, bañera y todo lo que no teniamos en la anterior mudanza y que tuvimos que comprar para el bebé.
Toda esta organización con un bebé en casa y sola.
Mudanza hecha y asentados por fin en nuestra casa. Una casa a medio reformar y que teníamos que retomar y un sin fin de cajas amontonadas para las que tenía que encontrar el momento de poder deshacerlas y buscar su sitio.
No recuerdo cuánto tardé, pero sé que mucho.
A esto se le sumaba las tareas del día a día y estar pendiente de Gonzalo, que pobre mío era más bueno que todas las cosas. Coincidió también con el inicio de la alimentación complementaria, y eso quiere decir que tenía que hacer comidas para él si o si, porque si no tenía tiempo para hacer la mía pues comía algo rápido y ya está, pero para él si tenía que tenerlas preparadas.
Me sentía agobiada porque tenía que hacer muchas cosas y no llega a nada, irritada porque aunque quería disfrutar de mi bebé sentía que no lo estaba haciendo porque mientras estaba con él tenía en la cabeza todo lo que había dejado a medias y cuando estaba haciendo lo que tenía que hacer iba como un rayo para que me diese tiempo.
Todo esto me frustraba y me agotaba.
Quería cambiarlo, tener un momento para decir: Venga vale, voy a empezar de cero, voy a organizar la casa y voy a empezar a vivir esta etapa disfrutandola. Así era como yo siempre me lo había imaginado.
Cómo conseguí empezar de cero y vivir tranquila
Así que empecé a ver videos, leer libros sobre orden y organización y entonces me di cuenta, que aunque estaba contenta con todas las compras que había hecho porque siempre había antepuesto la practicidad a lo bonito o atractivo en lo que respecta a las cosas del bebé, quizás no había tenido la oportunidad de empezar por lo más importante, organizar antes que nada mi casa para dar la bienvenida a esta nueva etapa y disfrutarla que era lo que yo quería.
Y como se suele decir que nunca es tarde, lo hice. Me deshice de todo aquello que no utilizaba o estaba roto, de todo lo que producía ese estrés en el día a día, ordené y reubique todo en función de mi estilo de vida o necesidad. Prescindí de cosas que en mi casa de Tarragona utilicé porque ya no encajaban con la casa actual.
Y por fin lo conseguí, conseguí estar más tranquila, conseguí acostarme todas las noches sin pensar en las comidas o tareas del día siguiente, conseguí sentirme bien conmigo misma y disfrutar de mi hijo y de la vida en general. Al final, conseguí tomar el control de la situación y no dejar que se prolongará mucho más en el tiempo.
Mi consejo para vivir una maternidad feliz
Tengo cuento esto porque es importante que lo sepas, mucho más que contarte que productos y artículos son los más prácticos en relación a tus compras.
Hay cosas que no se saben hasta que no se viven. Tu puedes saber que tu amiga, que acaba de ser madre está agotada, pero hasta que no vives esa situación no sabes hasta qué punto puede llegar ese agotamiento. Puedes hacerte un idea, pero saberlo de verdad, hasta no lo vives no lo sabes.
Si piensas que estás perdida o sientes que se te hace un mundo y que no sabes por dónde empezar a preparar, comienza por ordenar, por organizar, reubicar, dejar espacios libres y disponible y asignarle a cada cosa un lugar. Te aseguro que si lo haces, todo lo demás vendrá rodado, tendrás las ideas mucho más claras y no dudarás tanto en cada paso que des.
Me di cuenta del papel tan importante que representa el orden en la vida y mucho más aún tenerlo presente y en primera opción en tu lista de tareas al preparar la llegada del bebé. Tener una casa ordenada, es tener ganas de llegar a ella sin agobio, sin pensar en lo que tienes que recoger, limpiar o tirar a diario. Es atender las necesidades de tu bebé sabiendo donde está cada cosa, sin enfados, sin discusión, y reduciendo el tiempo en esos momentos de urgencias en los que cuando se necesita algo se necesita ya, ahora mismo y es poder tener unos hábitos de vida saludable.
Tener tu mente despejada y en paz de verdad que no tiene precio.
No esperes a que esto se convierta en una necesidad, todavía está a tiempo de poner tu casa a punto. Adelántate a todas estas situaciones y emociones que yo sentí en su momento y sé feliz.
Disfruta esta etapa, el tiempo pasa muy rápido y empieza a vivirla con intensidad, sin pensamientos o emociones negativas. Haz todo lo que esté en tu mano para que sea lo más parecido a lo que imaginas.
Si necesitas ayuda puedes preguntarme lo que quieras, estaré encantada de poder poner tus ideas en orden y te daré todas las herramientas que yo utilizo para poder hacerlo.
Y ya que sabes mi historia, me gustaría conocer la tuya. Si te apetece compartirla puedes contarla aquí debajo en comentarios. Seguro que entre todas nos podemos ayudar.